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Ventilan más presiones de Trump en el juicio político televisado

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Testigo que inaugura sesiones televisadas afirma que el magnate quería garantizar que se iniciara una investigación a Joe Biden; republicanos desacreditan la pista

Un alto diplomático aportó nueva evidencia de los esfuerzos del presidente Donald Trump para presionar a Ucrania a investigar a su rival político, Joe Biden, al comenzar las primeras audiencias públicas en el cuarto proceso de juicio político que se realiza a un mandatario en EU.

William Taylor, el principal diplomático de Washington en Ucrania, declaró por primera vez que un asistente suyo escuchó a Trump preguntar a otro embajador sobre “las investigaciones” que el día previo había solicitado al líder ucraniano. Taylor aclaró que no lo dijo antes porque se enteró hasta hace poco.

Los republicanos respondieron que los demócratas sólo tenían conocimiento de segunda o tercera mano de las acusaciones de que Trump retuvo millones de dólares en ayuda militar a la nación europea, que ahora enfrenta una agresión rusa. Trump está acusado de condicionar ese dinero a cambio de que Kiev investigara al exvicepresidente Biden.

La primera audiencia rumbo al juicio televisada dio horas de intercambios partidistas sin que hasta ahora aporte un elemento que se quede grabado en la conciencia pública para quitar de su cargo al 45 presidente estadounidense.

Trump, quien recibió ayer en la Casa Blanca al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, comentó que estaba “demasiado ocupado” para seguir este proceso.

En el largo día de testimonio, dos diplomáticos de carrera describieron que hubo confusión dentro de los gobiernos estadounidense y ucraniano sobre lo que Trump quería de Ucrania. Taylor declaró junto con George Kent, subsecretario de Asuntos Europeos y Euroasiáticos del Departamento de Estado.

Taylor explicó que un colaborador le dijo que escuchó una llamada telefónica del magnate con el embajador estadounidense para la Unión Europea, Gordon Sondland, un día después de la interacción del 25 de julio que Trump tuvo con el líder ucraniano y que detonó el proceso de juicio político (impeachment).

Según lo relatado, Sondland telefoneó al presidente, quien le preguntó sobre “las investigaciones”. De acuerdo con Taylor, Sondland dijo al mandatario que los ucranianos estaban listos para proceder.

El proceso de juicio político comenzó después de que un informante anónimo presentó una queja por los tratos de Trump con Ucrania, incluyendo una llamada telefónica en la que el mandatario le pide a su homólogo ucraniano, Volo-dymyr Zelensky, investigar supuestos actos de corrupción contra Biden y su hijo, todo mientras Estados Unidos retenía ayuda militar destinada al país europeo.

El presidente de la Comisión de Inteligencia, Adam Schiff, inauguró la sesión  con la pregunta de si el presidente utilizó su cargo para presionar a las autoridades en Ucrania para beneficio político.

“La cuestión es tan simple y sencilla como ésa”, dijo Schiff. “Nuestra respuesta a estas cuestiones no afectará sólo el futuro de esta presidencia, sino también el futuro del presidente mismo y qué tipo de conducta o mala conducta puede esperar el pueblo estadounidense de su comandante en jefe”.

Hasta el momento, la narrativa ha dividido a los estadounidenses, prácticamente en la misma proporción que el inusual mandato de Trump. La Constitución establece un drástico, pero ambiguo, parámetro para el juicio político y hasta ahora no existe un consenso de que las acciones de Trump en las que se centra la pesquisa cumplan con la definición de “delitos y faltas graves”.

Ya sea que los procedimientos sean el principio del final de una presidencia o ayuden a Trump a asegurar el cargo, lo único seguro es que su caótico mandato finalmente ha llegado a un lugar que él no puede controlar y a una fuerza, el sistema constitucional de controles y contrapesos, que no puede ignorar.

La Razón Online